La Superintendencia de Administración Tributaria (en lo sucesivo SAT), está en la búsqueda constante de recaudación. Esa situación, la obliga a buscar constantemente motivos para formular ajustes a los contribuyentes, y en muchos de los casos los formula involuntaria, pero arbitrariamente, pues no los fundamenta en derecho.
Comprendemos que para los contribuyentes es molesto este tipo de ajustes, toda vez que la SAT pretende cobrar impuestos, multas e intereses, que en muchos de los casos no proceden exactamente. Esta situación obliga a los contribuyentes a incurrir en gastos innecesarios de defensa. En muchos de los expedientes, aunque los ajustes formulados carecen de fundamentos, son confirmados y llegan hasta los distintos Tribunales de Justicia (Contencioso Administrativo, Corte Suprema de Justicia, Cámara Civil y Corte de Constitucionalidad), órganos jurisdiccionales que al resolver los expedientes, generalmente lo hacen sin criterios definidos, mucho menos unificados.
En nuestra trayectoria como Firma dedicada a la defensa fiscal, nos han sido notificados una cantidad considerable de fallos en los cuales se aprecia a todas luces que los órganos jurisdiccionales carecen de experiencia o especialización para tratar asuntos de orden tributario, a menos que, como política de Estado, se esté resolviendo sistemáticamente en contra de los contribuyentes. El claro ejemplo lo constituyen los famosos ajustes al ISR de costos y gastos no deducibles por la supuesta aplicación de la regla del 97/3, cuyos fallos en años anteriores han sido favorables para los contribuyentes. El criterio actualmente ha cambiado. Los ajustes están siendo confirmados, con lo cual estamos en desacuerdo.
Derivado de lo anterior, aún y cuando actualmente se carece de un Estado de Derecho en cuanto a Certeza y Seguridad Jurídica, somos de la opinión que la legalidad de los hechos siempre debe prevalecer. Por esa situación, recomendamos litigar hasta las últimas instancias los ajustes que la SAT formule sin fundamentación legal; es decir, litigar lo litigable. Para ello, es muy conveniente asesorarse en forma oportuna, para que la defensa sea efectiva y logre desvanecer los respectivos ajustes. Si se encuentra en una situación de esta naturaleza, no dude en consultarnos. Su consulta para nosotros no representa compromiso alguno.
Byron Cano
“Los asuntos sencillos, la inexperiencia los complica;
la experiencia en cambio, sugiere soluciones sencillas”.®