Muchos de los contribuyentes a inicios del 2020 proyectaron un año próspero, lo cual generaría una utilidad. Sin embargo, en marzo del año pasado nos vimos afectados por la Pandemia del Covid-19; situación que mermó considerablemente muchas de las actividades económicas, lo que generó que muchas empresas cerraran en dicho año, en el mejor de los casos, con una utilidad mínima y, en el peor, con pérdida. Lo anterior, ha generado los siguientes efectos fiscales:
- Pago en exceso de ISR.
- No acreditar saldos acumulados de ISO. En muchos casos estos saldos están por cumplir los tres años que establece la Ley para su acreditamiento.
Para evitar reportar como gasto el ISO, pueden aplicarse estrategias legales para su recuperación y aprovechamiento.
Para ser utilizados los pagos en exceso del ISR deben cumplir con los requisitos correspondientes.
“Las cosas sencillas, la inexperiencia las complica.
La experiencia, en cambio, sugiere soluciones sencillas”.